- Tres barcos más han zarpado desde Ucrania a través del Mar Negro.
- No obstante gran parte de la carga que llevan es para alimentación animal, no humana.
- Los precios de los cereales se ven afectados no solo por la guerra en Ucrania sino también por las sequías en América del Norte.
Hoy viernes han zarpado tres barcos cerealeros desde los puertos ucranianos que navegan por el Mar Negro. Sin embargo aún persisten inconvenientes para que los alimentos lleguen a los países que necesitan su cargamento.
Los barcos que han salido lo han hecho con destino a Irlanda. Reino Unido y Turquía supervisan la navegación de los mismos. Hace pocos días zarpó el primer barco carguero con destino al Líbano.
Estos barcos se encontraban entre más de 15 buques graneleros y cargueros varados hace casi 6 meses luego de la invasión de Rusia a Ucrania en febrero. Si bien es una buena noticia que los barcos vayan siendo liberados para volver a su trabajo, gran parte de su carga es para alimentación animal, no apta para el consumo humano.
Esta región del Mar Negro es explotada por Rusia y Ucrania quienes son proveedores mundiales de trigo, cebada, maíz y aceite de girasol. Sus mercados principales son África, Medio Oriente y otros países asiáticos.
Más allá de la expectativa que produjo la salida del primer buque al Líbano, según los expertos no se espera que estos envíos iniciales puedan impactar en el precio del maíz, trigo y la soja. Principalmente por la cautela y temor que existe sobre las aguas minadas del Mar Negro en las costas ucranianas. Ucrania es un gran productor mundial de este tipo de commodities pero tiene competencia con Estados Unidos y Canadá. Los países norteamericanos tienen niveles de producción mayores que el castigado territorio ucraniano. Y los mismos se están enfrentando a una gran sequía.
“Ucrania representa alrededor del 10 % del comercio internacional de trigo, pero en términos de producción no es ni siquiera el 5 %”, sostuvo David Laborde, experto en agricultura y comercio del Instituto Internacional de Investigación de Políticas Alimentarias en Washington.
Estos tres barcos que han zarpado hoy lo hicieron con más de 58 mil toneladas de maíz. Actualmente hay 20 millones de toneladas de granos atrapadas en los silos ucranianos y que deberían tener salida urgente para hacer espacio para la cosecha del corriente año.
“Alrededor de 6 millones de toneladas del grano atrapado es trigo, pero solo la mitad es para consumo humano” dijo Laborde. Las estimaciones sostienen que Ucrania podría llegar a producir un 40% menos de granos de manera anual por la guerra.
El precio internacional de los cereales se disparó luego de la invasión rusa. Si bien algunos de ellos han bajado los mismos continúan siendo altos. Por ejemplo, el precio del maíz es un 70% más caro que antes de la pandemia. Aunque no solo influye la guerra en sus precios, la sequía en América del Norte, China y partes de Asia más el aumento de precio de los fertilizantes han aportado para elevar aún más los precios.