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En un texto en su cuenta de Twitter, Jeff Bezos hizo mención a una supuesta influencia de China sobre esa plataforma de redes sociales. La dependencia de Tesla, empresa insignia de Elon Musk, del mercado chino permitiría a Pekín influir en Twitter, según Bezos. En mensajes posteriores, el magnate dejó claro que el objetivo de sus palabras era molestar a Musk más que criticar su modelo de negocios. La rivalidad entre los hombres más ricos del mundo, Elon Musk y Jeff Bezos, parece entrar en un nuevo capítulo de polémicas. Contrario a lo que se pudiera esperar, no fue el CEO de Tesla quien la inicio, sino su rival. Bezos hizo mención a la reciente compra de Twitter por parte de Musk. En una publicación en esa red social, el ex CEO de Amazon, insinuó que la compra de la red social beneficiaría a las autoridades chinas. Específicamente, señaló que la dependencia de Tesla con respecto al mercado de China haría a Twitter vulnerable frente a las presiones de la superpotencia asiática. Dicho en términos más simples, la red social deberá ser más condescendiente con china. Esto para no enfurecer a las autoridades, las cuales podrían cortar el negocio de coches eléctricos de Musk. Estas opiniones polémicas de Bezos van dirigidas de manera directa a su rival. Con ellas cuestiona la premisa de que la compra de la red social beneficiará la libertad de expresión. Compra de Twitter abre paso a la influencia de China La visión de Bezos sobre la compra de Twitter por parte de Elon Musk es una de las más negativas dentro del mercado en los últimos días. El tema se ha politizado considerablemente debido al problema relacionado con la presencia del expresidente Donald Trump. El exmandatario fue bloqueado de la red social tras los disturbios luego de los resultados electorales en los que fue desplazado por Joe Biden. Desde entonces, el sector republicano ha criticado la falta de libertad de expresión en esa red social. En consecuencia, el discurso inclusivo de Musk sobre la libertad de expresión hace temer a los demócratas sobre la vuelta de Trump a la red. Aunque Trump descartó la posibilidad de volver, muchos de sus partidarios sancionados lo harían de buen gusto. La otra cara del problema, es la presentada por Bezos, para quien la influencia propagandística de China puede pasar una etapa de mayor fuerza. Tal hecho, como ya se dijo, sería motivado por el presunto temor de Musk a verse mal ante los ojos de Pekín. La compra de Twitter es el tópico de mayor atención mediática en los últimos días y muchos ha realizado un estricto seguimiento. La empresa en un primer momento se negó a la propuesta, pero luego dejó de resistirse y aceptó la oferta del magnate de Tesla y SpaceX. Pese a que la restricción que pesa sobre él podría levantarse, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que no regresaría a Twitter. Ahora se encuentra trabajando en su propia empresa de redes llamada Truth Social, la cual se presenta como una alternativa. Imagen: DW China gana influencia en “la plaza digital del pueblo” La fabricante de coches eléctricos, Tesla, es la líder de su sector. Asimismo, es la que ha llevado a Musk a convertirse en el hombre más rico del mundo, desplazando a Jeff Bezos. La capacidad de producción de esta empresa, según las expectativas de su directiva, es de un millón y medio de coches de sus distintos modelos para el 2022. La compañía cuenta con cuatro plantas. Las dos principales se encuentran, una en Fremont, California y la otra en Shanghái, China. Las otras dos, recién inauguradas, están ubicadas en Texas y en Berlín. En la planta de China, se produce aproximadamente la mitad de los coches de la empresa. Esto indica que gran parte de sus ingresos dependen del mercado interno de ese país. Ahora que el dueño de Tesla concretó la compra de Twitter, la situación se torna positiva para el Partido Comunista de China. Eso último es lo que afirma Bezos. “¿El gobierno de China ganó influencia sobre la plaza digital del pueblo?”, escribió el magnate. Con ese último término hizo mención a la metáfora que empleó Musk sobre la funcionalidad de la red social en el futuro. Hasta entonces, Bezos había sido uno de los observadores pasivos de esta saga que concluyó en la adquisición de la plataforma por parte de su rival de fortuna. Sin embargo, rompió el silencio al propio estilo de Elon Musk: con un mensaje provocador. Gran parte de los ingresos de Tesla provienen del mercado de China. Una de sus dos gigantescas plantas principales, la Gigafactory, se encuentra ubicada en la ciudad de Shanghái. La otra está en Fremont, California. Dos nuevas plantas fueron inauguradas este año en Texas y en Berlín. Imagen: Business Insider La reacción de los fanáticos de Elon Musk En Estados Unidos, ser calificado como “dependiente” de una potencia rival, se traduce como una especie de ofensa tanto para políticos como para empresarios. De allí se puede entender la reacción airada de algunos de los más fanáticos admiradores de Elon Musk. Estos no perdieron tiempo para encarar las palabras de Bezos, a las que calificaron de “hipócritas”. “La intención de Bezos no se enfocaría en criticar el esquema de negocios de Tesla. Detrás de ello, estaría la intención de “trolear” a Musk de la misma manera que este lo ha hecho con él” El carisma de Musk ha permitido que alrededor de su polémica figura se cree una base de fanáticos en las redes sociales. De ese modo, ante el silencio de Musk, sus seguidores no pierden tiempo para responder a sus críticos. En ese sentido, condenaron el “doble rasero” de Bezos, teniendo en cuenta que Amazon es una de las empresas con mayores raíces en China. De esta manera, argumentan que si la compra de Twitter se presta para resaltar la dependencia de China del hombre más rico del mundo, también lo haría sobre el segundo. A propósito de eso último, uno de los usuarios escribió que “los vendedores chinos representan el 40% de las principales marcas de Amazon y el 75% de los nuevos vendedores”. En todo caso, se puede decir en favor de Bezos que su mensaje no tiene reales intenciones críticas sobre el esquema de negocios de Tesla. Detrás de ello, estaría la intención de “trolear” a su rival de la misma manera que este último lo ha hecho con él. Debe recordarse que el año pasado, cuando Musk desplazó a Bezos del primer puesto de millonarios, publicó una medalla de plata “troleando” al fundador de Amazon. Una rivalidad en la Tierra y en el espacio exterior Durante cuatro años, Bezos encabezó las listas de Forbes y Bloomberg como el hombre más acaudalado del mundo. Pero su reinado terminó el año pasado con el ascenso del CEO de Tesla. Desde entonces, la rivalidad entre ambos magnates es más que conocida. Aunque Musk saca cada vez más ventaja y las probabilidades de Bezos de alcanzarle son pocas, el fundador de Amazon no se da por vencido. Actualmente, la fortuna del primero es de $264.6 mil millones de dólares y la del segundo es de $177.5 mil millones. Pero si no puede alcanzarlo en la Tierra, entonces la persecución de Bezos se va al espacio con el avance de la empresa Blue Origin. Esta busca dar la pelea a SpaceX, la otra firma insignia de Musk. Esto demuestra que la compra de Twitter es otro foco de rivalidades porque una buena inversión de Musk le permitiría sacar más ventaja. En cuando a la empresa aeroespacial que controla Bezos, la misma está muy por detrás de SpaceX. Pese a ello, en sus inicios, comparada con los inicios de su rival, parecen estar muy parejas. La lucha ahora se centra en ganar contratos de la NASA para las nuevas misiones, entre las que se cuenta el regreso a la Luna. Actualmente, ambas empresas están en distintos niveles y la de Musk parece tener la última palabra en tecnología y capacidad. Incluso, algunas compañías consideran a la misma una posible alternativa a la poderosa Roscosmos de Rusia. Blue Origin es la empresa aeroespacial de Jeff Bezos. La misma pretende ser una competencia para SpaceX de Musk en la pugna por ganar contratos de la NASA para las próximas misiones espaciales. Imagen: Infochannel.com Bezos no quiso ir más allá con "el troleo" a Musk Otro aspecto importante de las palabras de Bezos cuestionando la influencia de China, es que rápidamente cambió el tono. Aproximadamente 90 minutos después del citado tuit, en otra publicación, sus palabras mejoraron hacia su rival. Respondiendo él mismo su pregunta acerca de la influencia de China afirmó: “la respuesta es probablemente no. El resultado más probable sería la complejidad para Tesla, pero no la censura de Twitter”. Seguidamente escribió: “Ya lo veremos. Musk es muy bueno navegando en este tipo de situaciones complejas”. Hasta ahora, el ahora dueño de Tesla no ha respondido con su particular estilo las declaraciones de su rival. Sea como sea, este escenario se trata de la primera prueba para la libertad de expresión de la cual Musk se declaró recientemente un abanderado. En los días previos a la compra de Twitter, una vez más destacó su predilección por esa libertad de opinión y pensamiento. Dijo que su deseo es que en la red se mantengan las palabras de sus peores críticos. Aunque las opiniones de Bezos no dejan de ser fuertes, por lo que implican las relaciones con China, no son las más belicosas. Tal es el caso de los propios empleados de la red social, quienes se manifiestan abiertamente en contra de la venta de la empresa. La incomodidad del personal tiene variadas fuentes como el hipotético regreso de Trump a la plataforma o los cambios profundos de código abierto que Musk desea implementar. De igual manera, se conoció que la junta directiva de la empresa quedaría disuelta una vez se cierre la compra. El CEO de la empresa, Parag Agrawal, en una llamada con los trabajadores dijo no poseer todas las respuestas para este “período de incertidumbre”. Es de destacar el sorpresivo silencio de los reguladores, quienes generalmente salen al paso en este tipo de movimientos. Por ejemplo, cuando Meta intenta llevar a cabo planes relacionados con cambios internos como carteras o criptomonedas, la resistencia de las autoridades es notable.

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