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El abogado de un grupo de víctimas de la empresa de inversiones en cannabis, Juicy Fields, dice que la trama no es una estafa cualquiera. Asegura que hay psicólogos y profesionales en el comportamiento humano detrás de esta estafa cuidadosamente preparada. A su juicio, ese tipo de estafas comparte el mismo patrón de las típicas acciones de la mafia rusa, lo que da indicios de que los eslavos podrían estar realmente involucrados. Casi un mes ha pasado de la caída de la pirámide de Juicy Fields, la cual dio como resultado la estafa de decenas de miles de usuarios. Desde el primer día de los acontecimientos las informaciones han sido dispersas, lo que ha generado distracción y confusión entre los afectados. Sin embargo, la investigación sigue y cada vez se descubren nuevos hilos de esa trama. El abogado sueco Lars Olofsson, CEO de PRIO Startup Ltd. y quien cuenta con una dilatada carrera en el sector de inversiones, ha tomado el caso de las víctimas. En una conversación exclusiva con EL PAÍS FINANCIERO por medio de correo electrónico, el experto compartió algunos de los resultados de sus investigaciones sobre este exit scam. A su juicio, todo apunta a que el crimen financiero no hubiera sido posible sin la banca, a la que califica como el principal objetivo de su investigación. El pasado 11 de julio, los usuarios de Juicy Fields denunciaron que sus fondos habían sido congelados. Previo a ello, habrían recibido una notificación del equipo de servicio técnico anunciando una huelga de trabajadores. Desde entonces, se desataron los eventos que han llevado a la confirmación de que se trata de una de las estafas mejor preparada de los últimos años y la más grande en el negocio del cannabis. ¿Quiénes están detrás de la estafa de Juicy Fields? Las teorías de los culpables de la estafa de Juicy Fields son abundantes. Una de ellas apunta a los directivos de la compañía (o al menos a una parte de ellos) que habrían intentado apoderarse de los derechos de la empresa y congelaron los fondos. La segunda teoría, ya totalmente descartada, es el hackeo. Pero existe otra teoría que carga la responsabilidad sobre individuos rusos. Este medio publicó un trabajo con la identidad de los supuestos ciudadanos del país euroasiático con información suministrada por el ex CEO de Juicy Fields, Alan Glanse. Una parte de los usuarios en los grupos de Telegram no dan crédito a esta hipótesis y afirman que los estafadores reales pretenden “echar el muerto” a unos “rusos aleatorios que nadie investigará”. No obstante, Olofsson considera que la posibilidad de que la mafia rusa esté involucrada es muy alta y no se debe descartar. “Poniendo todas las piezas juntas, y son muchas, todas tienen la marca patentada de cómo funciona la mafia rusa, los indicios son muy fuertes”, alertó. Al mismo tiempo confirmó que no tiene pruebas conclusivas de que la mafia eslava esté detrás del caso. Pero no dejar huellas es una de las muchas cualidades de esa rama del crimen organizado. De cualquier manera, la estafa de Juicy Fields sigue pendiente de resolver. Hasta ahora no existe la total certeza de quiénes son los estafadores y las abundantes migas de pan parecen llevar a callejones sin salida. Sin embargo, la teoría de Olofsson conduce a que las principales fallas que ayudaron a los estafadores, conscientemente o no, apuntan a los bancos. Estos habrían omitido las alertas de transferencias sospechosas de una empresa apuntada públicamente por reguladores de varios países como posible fraude. Según información aportada por el ex CEO de JF, Alan Glanse a El País Financiero, un grupo de ciudadanos rusos serían los verdaderos propietarios de la empresa. Según Olofsson, esta teoría es muy posible puesto que el patrón de comportamiento de Juicy Fields es similar al clásico de la mafia rusa. Imagen: EPF. La estafa de Juicy Fields se produjo con la complicidad del sistema bancario Como es lógico, quien desea obtener el dinero de los usuarios en una plataforma en línea necesita cuentas bancarias para recibirlo. También tiene la opción de recibirlo mediante criptomonedas. En el caso de Juicy Fields, su plataforma contaba con ambos métodos y tal como reportó este medio, las carteras de monedas digitales experimentaron muchos movimientos. Pero en el caso de los bancos, la misma naturaleza de esas instituciones hace imposible acceder a información de los fondos. No obstante, atando algunos hilos se puede concluir cuál fue el nivel de participación, en magnitud y en cantidad, del sistema bancario. Precisamente, ese es uno de los trabajos que realiza el mencionado abogado sueco y sobre el cual ofrecerá actualizaciones en pocas semanas, según explicó. Para concretar su estafa, las personas detrás de Juicy Fields se valieron de diversas palancas que les ofrece el sistema. “Varias empresas, organizaciones e individuos han facilitado esto. Una operación como esta nunca podría operar en el vacío. Necesita todo tipo de proveedores que directa o indirectamente hayan facilitado o mirado hacia otro lado”, comenta. Con respecto al equipo dirigente interno de la empresa el abogado manifestó que es muy difícil que estos no supieran lo que pasaba. “Puede que algunos de ellos hayan sido ‘tontos útiles’, pero mirando la operativa y lo que se ha hecho, nadie en la dirección podría haber pasado por alto la estafa”, expresa a EL PAÍS FINANCIERO vía correo electrónico. Dice que estos directivos, ciertamente eran ‘lugartenientes’ de las personas que estaban detrás. Esos máximos jefes nunca aparecerían en público, pero es poco probable que sus trabajadores de dirección y caras visibles no estuvieran enterados. Lars Olofsson, CEO de PRIO Startup y abogado de un importante grupo de víctimas de Juicy Fields. Los bancos se mojaron completamente Pero el aspecto notable de esta investigación es el papel de los bancos para ayudar (por omisión, probablemente) a consumar la estafa de Juicy Fields. El experto afirma que para comprender en contexto el papel de esas instituciones, es clave tener una idea de cómo funciona el sistema bancario cuando se trata de operativas internacionales. En ese sentido, apunta que generalmente hay tres bancos operando en una transacción internacional: El banco emisor. El banco transmisor (BIC-SWIFT). El banco receptor. Explica que todos esos bancos cuentan con “un sistema para detectar actividades sospechosas” y todos fallaron en esto. “Según mis cálculos, de todas los miles de transacciones y estados de cuenta que los inversores me han dado, solamente el 1% o como mucho el 2% de las transacciones emitidas han sido rechazadas ”, expresa. Ese hecho le dio a Juicy Fields la comodidad de preparar la estafa durante años de la manera más quirúrgica posible. “Aunque Juicy Fields estaba legalmente registrada en países como Alemania y Holanda, no poseía las licencias correspondientes para ofrecer servicios financieros y eso fue públicamente denunciado por reguladores de varios países” “De acuerdo a nuestra larga experiencia y extenso conocimiento de cómo funciona el sistema, más del 95% de las transacciones emitidas debieron ser rechazadas”, considera Olofsson. Puesto en términos más simples, el experto confirma que los filtros del sistema bancario tenían la capacidad de detener 9.5 de cada 10 transacciones hacia la plataforma de Juicy Fields y no lo hicieron. Se debe asumir que el papel del BIC-SWIFT y los otros dos partidos de las transacciones es estar al tanto de que las transferencias de fondos se efectúen dentro de la legalidad. Esto último pudo haber sido fácilmente verificado mediante los avanzados mecanismos de comunicación que vinculan a los bancos con los organismos reguladores neerlandeses, alemanes o españoles, los cuales tenían a Juicy Fields en la lista de posibles estafas. Debe tenerse en consideración que esa empresa carecía de licencias para operar con productos financieros. Esto se debe considerar como una de las principales banderas rojas en un caso con altas probabilidades de fraude. El SWIFT se lava las manos Para verificar las palabras de Olofsson, este medio se ha comunicado con la dirección de atención a los medios del portal del SWIFT. Basados en la investigación del abogado, se preguntó por qué no se detuvo la operativa de Juicy Fields aun estando esa compañía en las listas negras de reguladores de España, Alemania y Países Bajos. Desde la mencionada dirección se respondió que el SWIFT no es responsable de vigilar o detener ese tipo de movimientos. “SWIFT no supervisa ni controla los mensajes enviados a través de su sistema. La información contenida en esos mensajes es emitida y controlada exclusivamente por las instituciones emisoras y receptoras”, expresa la respuesta. Seguidamente, apuntan que “Todas las decisiones sobre la legitimidad de las transacciones financieras bajo las regulaciones aplicables recaen en las instituciones financieras que las gestionan y en sus autoridades internacionales y nacionales competentes”. De acuerdo con estas declaraciones, se podría intuir que el sistema es un ente pasivo, lo cual contrasta con algunas informaciones de su propio portal, según las cuales en 2016 SWIFT habría lanzado su Programa de Seguridad al Cliente (CSP en inglés). El CSP tendría el objetivo de detener una serie de crímenes “en estrecha colaboración con instituciones financieras” y otros grupos. En todo caso, la respuesta del SWIFT a este medio limita a ese banco de mensajería intermedia a un papel de no intervención. Mientras tanto, la responsabilidad por transferencias irregulares la coloca sobre los bancos y reguladores de los países miembros. El SWIFT asegura que la responsabilidad de tomar medidas contra las transferencias sospechosas recae en los reguladores y los bancos de los países y no en su red internacional de mensajes. Imagen: Payspacemagazine.com El SWIFT no solo se dedica a “dejar pasar el dinero” En un nuevo contacto, se consultó a Olofsson sobre el tema y el abogado confirma que el SWIFT, este “banco de propósito especial”, opera bajo las normas a las que se acoge cualquier banco. “Todos los que forman parte de cualquier tipo de transferencia de dinero deben tener un sistema para identificar el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo o actividades ilícitas”, explica. Agrega que “el SWIFT necesita tener un sistema de monitoreo que detecte los elementos mencionados”. En ese sentido, concluye que “decir que el SWIFT solo deja pasar el dinero no es en absoluto correcto”. Por otro lado, establece que existe cooperación entre autoridades locales e internacionales con las actividades de monitoreo del SWIFT. Con estos elementos puestos sobre la mesa, se puede decir que la estafa de Juicy Fields no se hubiera realizado si el sistema bancario en su conjunto hubiera funcionado. Así, dando por cierta la respuesta obtenida del SWIFT, se puede determinar que la negligencia de las instituciones financieras de cada país, las cuales pertenecen al sistema global, jugó una parte fundamental. “Es obvio para mí que ha comenzado un juego de culpas y muchos de los involucrados en el sistema bancario están enturbiando el agua”, agrega el experto. “Nunca había visto algo como esto” El abogado Lars Olofsson, con décadas de trayectoria en el sector, dice que esta falla en el sistema bancario es “algo que nunca había visto”. Asimismo, confirma que el banco australiano ISignthis (ISX), uno de los supuestos recipientes del dinero de las víctimas, también es parte de las fallas del sistema de transferencias internacionales que facilitaron la vida al exit scam de la citada empresa. Según informaciones compartidas por colegas de medios de la nación oceánica con EL PAÍS FINANCIERO, esa institución cotiza en la bolsa australiana y cuenta con una “historia controversial”. De cualquier manera, Olofsson apunta: “el banco que mencionas es solo una parte de la situación y un operador en este negocio. Hasta ahora he identificado más de 60 bancos que han transferido dinero en nombre de sus clientes”, recalcó. El experto reafirma que, basado en su experiencia y toneladas de información recopilada, Juicy Fiels es una estafa por donde se le observe. Con respecto a las criptomonedas, tal como informó este medio en trabajos anteriores, las carteras digitales fueron vaciadas en un proceso conocido como “blending”, el cual es muy popular entre los hackers que roban grandes sumas. En todo caso, tanto desde las cuentas bancarias como desde las wallets de criptomonedas, el dinero de los usuarios se esfumó. Gran parte del mismo se habría dirigido a Chipre y una vez llegado allí, se debe dar por perdido, subraya el experto. En consecuencia, el abogado dice que su estrategia no es ir tras el dinero, sino de las instituciones que facilitaron (a sabiendas o por omisión) la pérdida. Juicy Fields fue una estafa desde el primer día Otro de los puntos destacados por el experto, es que no existe lugar para interpretaciones acerca del negocio de Juicy Fields. Asegura que, desde el primer día de existencia de la empresa, la misma no era más que un fraude. Para demostrarlo, enumera una serie de pistas que se pueden tomar como base a la hora de detectar tanto esta como otras plataformas engañosas. En la primera de ellas, comenta, aplica el viejo dicho de “si es demasiado bueno para ser verdad, no es verdad”. En ese sentido, el hecho de que una plataforma ofrezca retornos desproporcionados ya es la primera prueba contundente de que se trata de una estafa y eso aplica tanto para Juicy Fields como para cualquier otra plataforma con un esquema similar de negocio. “Si tengo una oportunidad de inversión de prueba completa sin ningún riesgo y con un ROI del 66% en un mes, ¿Por qué debería compartir esta oportunidad con alguien más? Lo fácil hubiera sido acudir a cualquier Venture Capital y solicitar un préstamo de €300 millones al 10% de interés, o a cualquiera de los grandes Hedge Funds. €300 o €400 millones es dinero de café para ellos”, comenta Olofsson. Seguidamente, agrega que las poderosas empresas farmacéuticas del sector (que supuestamente compraban a la compañía detrás de la plataforma) son muy restrictivas con sus ofertas. Si realmente existiera esa posibilidad de ganancia, continúa, ¿Por qué no cultivarían sus propias plantas en lugar de comprarlas a elevados precios? “Ellos mismos podrían obtener la ganancia ¡y tienen el capital!”, remarca. Juzga que cualquier argumento que se esgrima ahora para justificar las acciones, es parte de la estafa. De igual modo, otra plataforma que ofrezca un plan de ofertas con similares ganancias, no es más que una nueva estafa. La alta rentabilidad de Juicy Fields fue una de las principales banderas rojas para determinar que la empresa se trataba de una estafa piramidal. Pero esa no era la única alerta, sino que la empresa tenía una serie de actitudes sospechosas. Un plan cuidado en detalle Un aspecto que salta a la vista con el caso de Juicy Fields, aparte de que es el mayor caso de estafa de la industria del cannabis en su historia, es que es un plan detalladamente estructurado. En esta etapa, es donde el especialista consultado apunta a una muy probable participación de la mafia rusa. De cualquier modo, resalta que quienes están detrás del exit scam trabajaron de una manera tremendamente sofisticada. “Cada detalle está bien pensado, no hay duda al respecto. Estos delincuentes están utilizando psicólogos y profesionales en el comportamiento humano”, expresa. “Cualquier argumento que se esgrima ahora para justificar las acciones es parte de la estafa” Paralelamente, en lo que tiene que ver con los eventos, rumores y noticias vinculadas con el tema, explica que todo es parte de la estafa de Juicy Filds. “Todo lo que se ve y se lee después del cierre de la plataforma es una parte diseñada del plan. Si simplemente desapareces, la gente entenderá que todo fue una estafa”. Por el contrario, si desapareces dejando atrás un grupo de personas “publicando cualquier tipo de declaraciones de que ‘solo es un problema temporal’ o ‘esta o aquella persona nos han atacado’ y así sucesivamente... Creedme, eso es parte de la estafa”. A su juicio, con ese tipo de comportamiento logran despistar a las autoridades y si estas llegan a investigarlos, ellos ganan tiempo afirmando que se trata de un problema que salió mal y están trabajando para arreglarlo. “Desde un punto de vista legal pueden decir que tenían intenciones de actuar legalmente, pero las cosas salieron inesperadamente mal”, concluye. "Juicy Fields 2.0" aparecerá en septiembre Como ejemplo de lo expresado arriba, recientemente apareció una nueva actualización de la misteriosa dirección de la empresa. En un supuesto correo distribuido en redes sociales, la empresa asegura que están trabajando para restituirse y lanzar nuevamente la plataforma. En paralelo al relanzamiento de la plataforma devolverían los fondos a los inversores afectados. Al tiempo que hacen este nuevo anuncio arremeten contra Frederich Graf von Luxburg, quien se ha desmarcado de sus vínculos con la empresa. Los supuestos fundadores de la empresa aseguran que esa persona se acercó a ellos para ofrecerles servicios de trámites de las licencias en Alemania. En lugar de ello, habría registrado las empresas en otros países a su nombre e intentó apoderarse de las cuentas. En consecuencia, el banco de Chipre habría comunicado a la empresa de las intenciones de von Luxburg y, como medida de precaución, la compañía decidió congelar las cuentas. Este parece ser el nuevo capítulo de la estafa de Juicy Fields para ganar más tiempo. Crear un enemigo y al mismo tiempo afirmar que los fondos están a salvo y existe la pronta disposición a devolverlos. Para agosto o septiembre habría nuevas noticias para los inversores con respecto a la devolución de los fondos y la nueva plataforma. Es decir, pareciera que los fundadores de la compañía no tienen suficiente con una pirámide, sino que están preparando la otra. “La decisión de suspender todas las actividades comerciales ha dañado, por desgracia, la reputación de JuicyFields inmensamente, especialmente debido al hecho de que se ha especulado mucho con la empresa ha estado dirigiendo un esquema Ponzi. Esto está muy lejos de la verdad”, expresa el supuesto comunicado enviado a los clientes. EL PAÍS FINANCIERO no ha sido capaz de verificar la autenticidad de ese supuesto comunicado. Según reportes de usuarios de la plataforma, los directores habrían enviado una comunicación por correo electrónico en la que hablan de un “relanzamiento” en los próximos meses. No está claro si ese nuevo comunicado tiene el objetivo de ganar más tiempo o recaudar más dinero de las víctimas. Imagen: Cortesía de un usuario de Juicy Fields. Actualización de las pérdidas Determinar la cantidad de dinero arrebatado a los inversores por parte de la plataforma es una tarea compleja. Aunque la plataforma aseguraba tener más de 500.000 usuarios, es de suponer que no todos ellos colocaron dinero en los distintos planes. Según el citado abogado, unas 120.000 personas de distintas partes del mundo habrían perdido dinero en la plataforma. Asimismo, el monto total de las pérdidas ascendería a una suma aproximada de mil millones de euros según datos estimados por este medio. Este monto equivale al monto estimado por el abogado, quien afirma que unos €700 millones y no menos de €500 millones habrían sido robados.

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