- La manufactura de EE.UU. mermó dramáticamente en las décadas pasadas debido al proceso de globalización económica.
- Hoy en día se plantea “relocalizarla” en casa otra vez.
- ¿Se puede lograr o es una idea descabellada?
- En este artículo intentamos responder esta interrogante, la cual gana cada vez más terreno en los temas de discusión económicos.
Manufactura: Ayer y hoy de una actividad económica
La manufactura de EE.UU. y otros países desarrollados se fue desplazando a Asia desde hace varias décadas.
“Se produjo una deslocalización u offshoring, en otras palabras, una tendencia al outsourcing de las actividades productivas. El capital se fue allá donde pudiera obtener mejores retornos.”
Particularmente a China, que no en vano es llamada la fábrica del mundo. Por sus plantas pasan una buena parte de los productos que se comercian actualmente.
Un entorno económico favorable para el comercio internacional aceleró el proceso y lo volvió global.
Sin embargo, la crisis sanitaria por el Covid-19 en 2020 y la invasión rusa de Ucrania en 2022, han puesto de manifiesto la gran vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales.
Toneladas de productos se han quedado atascados al otro lado del mundo, o simplemente no se han podido producir en las mismas cantidades previas a la pandemia, generando escasez e inflación.
Muchos países, entre ellos EE.UU., se plantean serios pasos para intentar llevar la manufactura de vuelta a casa otra vez.
“Reshoring/nearshoring puede ayudar a resolver algunos problemas laborales poniendo la producción bajo control local al eliminar el riesgo de políticas gubernamentales impredecibles.
En los últimos meses, los esfuerzos para reubicar la fabricación se han acelerado a medida que los fabricantes anunciaron que cortaban los lazos con los proveedores de China y establecían instalaciones en los Estados Unidos.”
¿Cómo se mide la manufactura en EE.UU.?
Uno de los indicadores más conocidos es el Indice PMI o “Purchasing Managers Index” del sector manufacturero, elaborado por el Institute for Supply Management (ISM).
Aunque el peso del sector manufacturero ha disminuido, se considera al índice como una importante medida económica y de confianza. De hecho, suele predecir el punto de inflexión para el ciclo económico por algunos meses.
El indice PMI es el resultado de una encuesta mensual a los gerentes de compras y logística de más de 400 compañías en 20 industrias a lo largo de los 50 estados que conforman el país.
El índice general resultante está compuesto por 5 sub-índices con diferentes ponderaciones: nuevos pedidos, producción, empleo, suministros e inventarios.
- Si el índice tiene un valor por debajo de 50 supone una disminución de la actividad y puede ser un indicador temprano de recesión económica, en especial si la tendencia se mantiene durante varios meses.
- Un valor por encima de 50 indica un aumento de la actividad y un período probable de crecimiento económico.
- Un valor igual a 50 indica que no hubo cambios en el nivel de actividad con respecto al período anterior.
A continuación, observamos el Gráfico Mensual del Indice PMI del Sector Manufacturero 1998-2022:
El gráfico confirma una caída sostenida por debajo de 50 en las recesiones (2001, 2008, 2020).
De igual modo, realiza máximos relativos en los períodos de recuperación económica (Mar-2021).
Para marzo 2022 alcanzó una lectura de 57,1; mientras que para abril y mayo sus valores fueron de 55,4 y 56,1 respectivamente.
Es de notar que el índice se encuentra en una tendencia descendente, aunque aún en valores razonables.
“Reshoring”: Relocalizando la manufactura
“Reshoring” o “Relocalización” es un término que se refiere al proceso de trasladar de regreso a un país de origen los procesos productivos que habían sido subcontratados a otros lugares del mundo más económicos.
De este modo, si se presentan problemas para que un producto se fabrique en el extranjero o se envíe a los EE.UU., tendría más sentido que una compañía sencillamente lo produzca en los EE.UU., mucho más cerca de su principal mercado de consumo.
Algunas de las ventajas de este proceso incluyen una mayor calidad del producto, tiempos de entrega más cortos, menores niveles de inventario y la capacidad de responder mejor a los cambios en la demanda de los consumidores.
Incluso hay otras variantes de esta idea como la regionalización o el “nearshoring”.
La regionalización de la manufactura implica establecer fábricas en muchas partes del mundo, de modo que las operaciones en cada región puedan suministrar productos a los mercados más pequeños, minimizando el riesgo de desabastecimiento.
El nearshoring de la manufactura implicaría trasladar la producción a un país más cercano a donde se distribuyen y venden los productos, como una forma de acortar la cadena de suministro, reduciendo los problemas potenciales que se puedan presentar.
“Estos procesos se vienen desarrollando desde hace una década aproximadamente, pero se han acelerado aún más en los últimos dos años por la pandemia y la guerra.”
Parte del interés actual en relocalizar la manufactura obedece a razones de tipo estratégico, más que propiamente a factores políticos o sociales, que sin duda los hay.
El gobierno está dando grandes facilidades y subsidios para promover la construcción de nuevas plantas.
No obstante, es probable que esto ocurra sólo en ciertas industrias. Es casi imposible pretender que toda la manufactura que se desplazó a Asia sea relocalizada así no más.
La ventaja en costos que mantienen muchos países asiáticos es aún grande con respecto a EE.UU., pero se ha reducido en la medida que los salarios han ido subiendo en esa región a lo largo de los años.
Los costos de relocalizar serían elevados, tal y como recoge nota de Michael Tedder para TheStreet:
“Podría costar a las empresas más de 1 billón en los próximos cinco años trasladar la fabricación fuera de China, según una Comisión de Bank of America, y no todas las pequeñas empresas pueden permitírselo.
Pero muchas empresas piensan que a medida que avanza la pandemia, estos son los movimientos que valdrán la pena a largo plazo.”
7 Factores que afectan la relocalización de la manufactura
A continuación, exploramos los 7 factores principales que afectarían la relocalización de la manufactura en EE.UU. Veamos:
1.- Oferta de suministros
Cuando una compañía se muda a otro país para fabricar un producto, debe asegurarse de que el país al que se muda tenga las materias primas para poder elaborar su producto.
La materia prima debe estar cerca de donde se encuentra la planta y debe asegurarse de que haya medios de transporte adecuados para asegurar la logística.
Esto es un factor crítico que limitará la cantidad de industrias en EE.UU. que son susceptibles de relocalizar.
Si no es posible armar en EE.UU. toda la cadena de suministros de esas industrias, no tendrá sentido semejante esfuerzo.
2.- Entrega de productos
Se necesita tener acceso a redes de carreteras, vías férreas y puertos adecuados desde el nuevo sitio de fabricación para entregar los productos a clientes en otros países.
Los costos de envío hacia los mercados de consumo también desempeñan un papel importante para justificar o no el establecimiento de nuevas operaciones en un segundo o tercer país.
Así como China ya está desarrollando su megaproyecto de la Nueva Ruta de la Seda para llevar sus mercancías más rápido a Europa, EE.UU. debe realizar en paralelo grandes inversiones en sus infraestructuras internas para adecuarse al ritmo del comercio mundial.
3.- Dependencia de suministros específicos de una sola fuente
Algunos insumos claves para ciertos productos manufacturados son escasos o se producen sólo en unos pocos lugares del mundo.
Este factor también limitaría las industrias susceptibles de relocalizar sus operaciones.
Un ejemplo de ello son los metales y minerales cuyas reservas principales se encuentran al otro lado del mundo en Africa o Asia.
De hecho, las industrias extractivas tienen la particularidad de requerir años antes de poder consolidar los yacimientos para generar producción comercial y beneficios.
4.- Aumento en el costo de los insumos
Los costos de los insumos podrían aumentar rápidamente como consecuencia de la inflación, comprometiendo la viabilidad de las operaciones.
El índice de precios al productor de EE. UU. para todos los bienes y servicios finales se encuentra (para abril de 2022) un 11 % más alto que hace un año.
Mantener unos costos competitivos es crítico en cualquier proceso de relocalización. De lo contrario, estos esfuerzos no podrán ser viables a largo plazo sin la asignación de grandes subsidios gubernamentales.
5.- Disposición de mano de obra calificada
Los proyectos de relocalización dependen en gran medida de la disponibilidad de mano de obra capacitada y con un costo relativamente bajo que permita mantener la competitividad frente al resto del mundo.
China ha tenido en su mano de obra abundante y económica una de sus ventajas competitivas, pero esa posición está siendo desafiada por naciones emergentes como Vietnam, Filipinas, Bangladesh y México, entre otras.
El tema del mercado laboral es complejo en EE.UU. Actualmente se estima que hay aproximadamente 2 puestos de trabajo disponibles por cada trabajador desempleado.
Hay trabajos que sencillamente las personas ya no quieren realizar. Además, muchos profesionales prefieren optar por empleos remotos que les permiten mayor tiempo libre.
Se habla de la “Gran Renuncia” como consecuencia de la pandemia, pero en realidad se trata de un proceso de cambios demográficos y sociales que ya venía en marcha y la crisis sanitaria sólo lo aceleró.
Por otro lado, el tema de la inmigración es bastante divisivo y genera mucha resistencia en la sociedad.
Pero, cabe preguntarse entonces:
¿Habrá suficientes trabajadores calificados en EE.UU. para llenar las vacantes que se generarán en las futuras fábricas que abrirán en los próximos 2, 3, 5 o 10 años?
La elevada inflación en EE.UU. podría requerir un ajuste severo en el mercado laboral que dificultaría la relocalización de la manufactura a gran escala, al menos por ahora.
Según recoge reportaje de Sophie Mellor para Fortune, Larry Summers, Ex-Secretario del Tesoro de EE.UU., comentaba en Londres:
“Necesitamos cinco años de desempleo por encima del 5 % para contener la inflación; en otras palabras, necesitamos dos años de 7,5 % de desempleo o cinco años de 6 % de desempleo o un año de 10 % de desempleo”.
6.- Posibilidad de traspasar costos más altos a los consumidores
Las compañías de distintas industrias tendrán diferentes oportunidades para traspasar los costos a sus clientes, lo cual dependerá, en parte, de su entorno competitivo.
Es menos probable que las industrias con una fuerte competencia y márgenes más ajustados relocalicen la manufactura a menos que sea absolutamente esencial.
De manera que no se trata de un asunto que se decida por decreto. Depende de muchos factores.
7.- Entorno macroeconómico cambiante
La FED ya ha comenzado a cambiar su enfoque de política monetaria para intentar contener la inflación.
Con tasas de interés al alza, el costo del dinero vuelve a ser una variable a considerar por su impacto, no sólo sobre las valoraciones de las compañías, sino también sobre su deuda, su flujo de caja y sus gastos de capital.
No es precisamente el entorno más alentador para rehacer las cadenas de suministros actuales.
Por otro lado, los cambios en las tasas de interés en EE.UU. tendrán un impacto en el tipo de cambio propio y en el de sus socios comerciales.
Esto requerirá ajustes en otras políticas económicas para poder seguir siendo competitivos. Los aranceles estarán a la orden del día…
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¿Cuál es el balance de la relocalización de manufactura hasta ahora?
De acuerdo con los datos de la organización norteamericana sin fines de lucro, Reshoring Initiative, se estima que la cantidad de empleos traídos de vuelta a los EE.UU. desde 2010 y hasta finales de 2021 asciende a 1.312.000.
Cuentan con una base de datos que incluye 5.264 compañías que se distribuyen en 3 categorías:
- Reshoring. Aquellas empresas que relocalizaron su manufactura en EE.UU. otra vez.
- Kept From Offshoring. Aquellas empresas que prefirieron mantener su manufactura en EE.UU., antes que mudarla al extranjero.
- Inversión Extranjera Directa. Aquellas empresas que han recibido inversiones para producir en los EE.UU.
De manera que hay miles de empresas que están realizando estos ajustes en sus operaciones.
Podemos encontrar empresas como Abbott, Adidas, BASF, Whirlpool, U.S. Steel, Toyota, ThyssenKrupp AG y Nucor, entre muchas otras.
Walmart (WMT): Caso de Estudio
En los últimos años Walmart ha venido implementando el programa “Jobs in U.S. Manufacturing Portal” (JUMP) para aumentar la compra de productos manufacturados en los EE.UU.
Se espera que las compras totales alcancen unos 250.000 millones de dólares a un horizonte de 10 años, creando 1.000.000 de empleos relacionados, entre ellos 300.000 en manufactura.
Según palabras del CEO de Walmart, Doug McMillon:
“Si podemos crear excelentes empleos locales, tendremos mejores tiendas y comunidades mejores y más fuertes… Queremos que todos los que tengan algo que ver con Walmart, ya sean clientes, asociados o proveedores nuestros, se beneficien.”
Ya se han realizado decenas de convenios exitosos en la última década para relocalizar la manufactura de muchos productos:
Entre ellos, toallas, edredones, utensilios de cocina, vendajes, textiles para muebles de exterior, cubre-colchones de espuma, cascos para manejar bicicleta, productos plásticos, herramientas de jardinería, cosméticos, tarros para conservas, caramelos, calzado de plástico moldeado por inyección, bombillas de luz blanca de bajo consumo, neumáticos para coches, cerraduras y herrajes para puertas.
Incluso productos alimenticios como yogurt, pescado empacado al vacío y golosinas para mascotas.
Otros proyectos de relocalización de manufactura
Intel (INTC) ya está comenzando a construir nuevas plantas de microchips en Arizona y Ohio.
Lo mismo harán Samsung (SSNLF) y Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSM) en Texas y Arizona respectivamente.
General Motors (GM) está reubicando su producción de baterías en Michigan, donde pronto surgirá un nuevo centro para productos a base de litio.
Debido al aumento de los precios del acero, el productor U.S. Steel (X) ha decidido no construir su nueva fábrica de 3 mil millones de dólares en el extranjero, sino en Alabama o Arkansas.
Lockheed Martin (LMT), General Electric (GE) y Thermo Fisher (TMO) también están considerando actividades de relocalización de su manufactura.
Según Reshoring Initiative, unas 1.800 empresas estadounidenses tienen la intención de relocalizar todo su negocio o al menos una parte en el corto plazo.
De esta forma se crearían unos 220.000 nuevos puestos de trabajo en EE.UU. Hace más de una década, solo se crearon unos 6.000 nuevos puestos de trabajo en el país como resultado de las actividades de relocalización.
Relocalización de la manufactura: mitos y realidades

Desde una perspectiva estratégica, las compañías y los gobiernos de muchos países están repensando sus cadenas de suministro.
Sin embargo, desde una perspectiva logística, se están dando cuenta rápidamente de que cambiar las cadenas de suministro para relocalizar la manufactura puede resultar complejo en muchos casos.
Hay 2 elementos críticos que las empresas toman en cuenta al considerar esa relocalización:
- El mantenimiento o mejora de su cuota de mercado.
- La gestión eficaz de los costos operativos.
Ninguna empresa quiere ceder sus mercados y/o aumentar sus costos de producción.
Aunque hay casos exitosos de relocalización de la manufactura en EE.UU., aún falta mucho camino por recorrer, más en el actual escenario de incertidumbre.
Sin duda, es inquietante el riesgo que suponen, tanto la influencia de ciertos países sobre suministros y zonas estratégicas, como las políticas impredecibles de otros gobiernos.
La invasión rusa de Ucrania y la política de Covid-Cero de China lo han puesto de manifiesto.
Tal vez, el mundo se acerca a un escenario de “Glocalización”, en el cual se fragmentará parcialmente la estructura económica construida en los últimos 30 o 40 años.
Sin embargo, las compañías continuarán pensando con un enfoque global, pero se actuará con un énfasis local y regional para disminuir los riesgos inherentes a las cadenas de suministros demasiado grandes.
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