Dos de los primeros fideicomisos de infraestructura digital, Cordiant Digital Infrastructure y Digital 9 Infrastructure, han crecido a un ritmo asombroso desde su lanzamiento a principios de 2021.
En conjunto, ya tienen activos combinados de más de 1.500 millones de libras esterlinas en Londres, unos 2.000 millones de dólares.
Es cierto, son muy atractivos, han iniciado 2022 anunciando colocaciones de acciones, pero también tienen desventajas.
Cordiant, el más pequeño de los dos, se comprometió a comprar dos activos: un negocio de infraestructura digital de activos múltiples con sede en Varsovia (Polonia) y un centro de datos en Nueva York (Estados Unidos).
Mientras tanto, Digital 9 espera recaudar 200 millones de libras (unos 270 millones de dólares) y acordó comprar un operador de red inalámbrica en Irlanda.
Si bien no están exentos de los mismos problemas de los inversores, dado el comienzo prometedor y los retornos atractivos que ambos fideicomisos buscan, pueden ser interesantes a la hora de considerar invertir.
Cómo trabajan los fideicomisos en infraestructura digital
Hay tres tipos principales de activos a los que apuntan los fideicomisos en infraestructura digital: los centros de datos (que supone alquilar un espacio a proveedores de Internet y grandes empresas de tecnología), las torres de telecomunicaciones (alquilar a empresas de telefonía móvil y redes de transmisión de televisión) y las redes de fibra óptica en Europa y en el resto del mundo.
Los fideicomisos operan con la estrategia de “comprar y construir”, y están estrechamente involucrados con la administración de los activos y buscan agregarles capacidad.
Por ejemplo, el centro de datos de Nueva York que compró Cordiant está infrautilizado y existe la posibilidad de aumentar la capacidad, se explica en un informe firmado por Mick Gilligan, jefe de servicios de carteras administradas de Killik & Co.
Un dato interesante es la forma en que operan estos fideicomisos. Lo hacen en el mercado medio, el equivalente no cotizado de las acciones de mediana capitalización; y las transacciones en esta parte del mercado se están realizando a valoraciones mucho más bajas que las que involucran a los “players” más grandes.
Esto le da a los fideicomisos un incentivo para desarrollar los negocios que adquieren y lograr múltiplos de salida más altos.
Plazos y contratos
Según David Merriam, director asociado de Tilney Smith & Williamson, los activos de infraestructura digital tienden a tener contratos “razonablemente largos”, de cinco a 10 años.
También tienen altas tasas de renovación, y es probable que los proveedores de telefonía móvil continúen con las mismas torres móviles, por ejemplo.
Los contratos también tienden a tener revisiones de renta con un grado de vinculación con la inflación o revisiones de renta solo al alza, lo que podría ser particularmente atractivo en el entorno actual.
Para Merriam, las gerencias de los fideicomisos trabajan de cerca con los equipos que manejan los activos subyacentes mientras buscan mejorar y hacer crecer los activos, completar las actualizaciones tecnológicas y trabajar con nuevos clientes e inquilinos.
La diferencia entre Cordiant Digital Infrastructure y Digital 9 Infrastructure
Ambos fideicomisos buscan invertir en activos bastante similares. También tienen objetivos de rendimiento casi iguales del 9 al 10 por ciento y ambos se lanzaron en el primer trimestre del año pasado.
Se negocian en el Segmento de Fondos Especializados de la Bolsa de Valores de Londres, al que pueden acceder inversores privados a través de la mayoría de las principales plataformas.
La última inversión de Cordiant, a principios de enero, fue CRA, un operador de redes digitales nacionales en la República Checa, que incluye 660 torres móviles y de transmisión, seis grandes centros de datos.

Por su parte, Digital 9 firmó un compromiso de comprar Tetra Ireland.
La cartera actualmente posee tres activos: dos sistemas de cable submarino que conectan Europa con India a través de Egipto y un centro de datos nórdico que opera al 100 por ciento con energía renovable.
Objetivo de pago de dividendos
Digital 9 tiene como objetivo un dividendo de 6 peniques, mientras que el de Cordiant es de 4 peniques. Cordiant tiene la intención de pagar un dividendo de 4 peniques por acción ordinaria para su segundo año fiscal a partir del 1 de abril de 2022, tres años antes de lo previsto.
Digital 9, en tanto, pagó un dividendo de 1,5 peniques para el período entre el 31 de marzo y el 30 de junio de 2021 y está en camino de pagar un dividendo anualizado de 6 peniques. Otro dato: Cordiant prevé un mayor crecimiento del capital que Digital 9.
¿Cómo rendirán hacia el futuro? Es probable que los activos de infraestructura digital continúen creciendo. Como dice el sitio web de Digital 9: “Incluso antes de la pandemia, se predijo que la tasa de crecimiento del tráfico de Internet aumentaría en promedio un 30 por ciento cada año”.
El lanzamiento de 5G debería expandir significativamente la necesidad de datos en los activos móviles: aunque aún se encuentra en sus primeras etapas, se espera que el 5G sea utilizado por el 11 por ciento de los dispositivos móviles (1.400 millones de dispositivos) para 2023, según el informe anual de Internet de Cisco.
McKinsey estima un gasto de capital anual total en infraestructura digital de 0,6 billones de dólares hasta 2035.
Este es el gasto de capital esperado de más rápido crecimiento y el tercero más grande por sector después de la infraestructura de energía (1,1 billones de dólares) y las carreteras (0,9 billones de dólares).
Si se combina la tendencia de aumento de la demanda con ingresos contratados a largo plazo con contrapartes de alta calidad que brindan ingresos estables y un vínculo con la inflación, se obtiene una excelente idea de inversión.
Perspectiva favorable para los fideicomisos de inversión en infraestructura digital
La infraestructura digital no solo debería ver un aumento en la demanda de activos, sino que los administradores de activos tienen la oportunidad de mejorar la calidad de los activos y los inversores podrían beneficiarse de contratos con escaladores de precios incorporados vinculados a la tasa de inflación.
Sin embargo, esto se ve parcialmente compensado por cualquier aumento en el costo de los materiales para el mantenimiento y los salarios.
Los precios de la electricidad son importantes para los usuarios de los centros de datos, pero estos contratos a menudo se estructuran como transferencia, lo que significa que cualquier aumento en los precios de la electricidad corre a cargo del cliente.
Los activos a los que apuntan estos fideicomisos, como las redes de fibra, las torres móviles y los centros de datos, tardan mucho en desarrollarse y son bastante escasos.
Si los gerentes poseen activos estratégicamente bien posicionados, deberían seguir siendo atractivos durante un tiempo razonablemente largo.
Los riesgos
Los mayores riesgos relacionados con los fideicomisos de infraestructura digital están vinculados a la posibilidad de la aparición de una nueva tecnología que podría reducir la necesidad de fibra y la de centros de datos.
Sin embargo, los expertos dicen que lo más probable es que las nuevas tecnologías se utilizarían junto con las tecnologías actuales.
Quizás el riesgo más apremiante es la valoración. Como aún es pronto, es difícil tener una idea de los múltiplos de transacciones comparativas y lo que la gente estará dispuesta a pagar por activos similares.
El creciente interés en el sector está dando lugar a una mayor competencia y al aumento de las valoraciones.