Durante la tercera jornada del evento CERAWeek, se discutieron temas de gran impacto. Uno de ellos estuvo a cargo del CEO de Pioneer Natural Resources, Scott Sheffield. El ejecutivo afirmó que si el precio del crudo pasa la barrera de $150 dólares por barril, la demanda petrolera podría ser seriamente afectada o destruida.
Debe destacarse que el CERAWeek es una de las actividades más importantes relacionadas con la energía en el mundo. Por más de 40 años viene acogiendo a destacadas personalidades del mundo de las commodities. Esta edición 2022, significa la vuelta de la conferencia al ámbito presencial luego de tres años de ausencia debido a la pandemia.
Por otro lado, se destaca que la mencionada empresa es una de las que pidió al presidente de EE.UU., Joe Biden, incrementar el apoyo al sector de la energía dentro de las fronteras de esa nación.
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¿Es posible la destrucción de la demanda petrolera?
El crudo y sus derivados son las materias primas más cruciales de los siglos XX y XXI. En consecuencia, suponer que la demanda petrolera será destruida se traduce en que algo muy malo debe estar ocurriendo en ese mercado.
Esa causa que llevaría a los países consumidores de petróleo dejar de comprarlo, es el alto costo. Desde finales del año pasado, analistas de distintos países advertían de un probable escenario desastroso si el barril de crudo continuaba al alza.
Ahora el precio de esta materia prima en los principales índices luce aterrador para los países consumidores. Así, en el índice de referencia internacional (Brent), el barril de petróleo se cotiza en $112.01 dólares. Al mismo tiempo, el índice estadounidense (WTI) apunta un precio de $108.86 dólares por barril.
De esta manera, el valor de ese commodity, según el CEO de Pioneer, tendría un tope de tolerancia para los países importadores. En ese sentido, asegura que esa línea roja se ubica entre los $150 y $200 dólares por barril. En algún punto de esa oscilación la demanda petrolera será destruida debido la incapacidad de los consumidores de sostenerla.

Las consecuencias de ese hipotético escenario
La imposibilidad de los países consumidores de petróleo de pagar la cantidad de crudo que necesitan desembocará en escenarios negativos. Para Sheffield, la fuerza del impacto tendría variaciones de acuerdo a la región que se trate. Por ejemplo, resalta, para Estados Unidos no necesariamente terminará en una recesión, pero para Europa probablemente sí.
Paralelamente, evitar una crisis como esa es uno de los elementos más complejos de emprender de acuerdo a su opinión. Para ello, se requiere un aspecto fundamental que es aumentar el bombeo de petróleo. Sin embargo, se trata de un asunto que es mucho más profundo de lo que se podría suponer.
En medio de ese contexto se pudiera inferir que la demanda petrolera será destruida inexorablemente dado que el precio del crudo continuará su tendencia alcista. Mientras tanto, el precio del combustible en Estados Unidos continúa escalando y en algunos estados ya roza los $4.5 dólares por galón ($5.7 en California). El precio promedio, según importantes medios, es de $4.33 dólares por galón con data actualizada de este viernes.
Con esto, el precio del combustible supera el récord de $4.11 dólares alcanzados durante el año 2008. Asimismo, este valor está un 15% más alto que la semana pasada y 21% por encima del mes anterior, según datos de la Asociación Americana de Automóviles (AAA).

Dos alternativas para evitar la destrucción de la demanda petrolera
Como ya se resaltó, una de las alternativas para evitar la probable situación de declive abrupto de la demanda, es el aumento de la producción. No obstante, ni la OPEP ni empresas a lo interno de Estados Unidos parecen muy capaces de forzar un incremento en el bombeo de crudo.
Según la versión de la saudita Aramco, los largos años de bajos precios del petróleo diezmaron la capacidad productora y la innovación de la industria fue atrofiada. “Durante los últimos años, el mundo falló a la hora de invertir suficiente en petróleo y gas”, expresó Amin Nasser, CEO de esa compañía.
“Durante los últimos años, el mundo falló a la hora de invertir suficiente en petróleo y gas”
De allí, se puede concluir que la capacidad de oferta disponible no será capaz de satisfacer la demanda en el futuro cercano. Como consecuencia, la demanda petrolera será destruida a menos que se aborde la segunda de las posibles alternativas para evitar el problema mayor.
Se trata la eliminación de las sanciones a los grandes productores de petróleo como Rusia, Irán y Venezuela. Es técnicamente imposible que esto sea viable con el primero de estos países, puesto que recientemente fue penalizado de importar petróleo hacia Estados Unidos. De hecho, con el crudo ruso en el mercado, los precios no paraban de subir. Ahora, con su ausencia, los mismos parecen perder toda posibilidad de freno.
“Esto es un recordatorio sombrío del impacto que la geopolítica puede tener en los frágiles planes de transición hacia energías limpias”, alertó Nasser.
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Demanda petrolera será destruida si no sube la oferta
Para países como Estados Unidos, las posibilidades no son menos preocupantes. Es importante tener en consideración que en ese país prefieren importar antes que aumentar su propia producción. De este modo, el CEO de Pioneer asegura que son varios los desafíos para aumentar el bombeo interno. Entre estos se cuentan las grandes inversiones y el tiempo que tardan en llegar los resultados.
Para alcanzar un incremento moderado de 5% en su empresa, Sheffield afirma que se puede tardar hasta 18 meses. Por otra parte, a esto se suman notables problemas de la economía estadounidense como la inflación y la escasez de mano de obra. Contemplando la profundidad del problema, nuevamente se podría pensar que la demanda petrolera sufrirá grandes recortes en el plazo breve.
Por lo que respecta a la producción en la cuenta Pérmica, esta podría aumentar de 5 a 8 millones de barriles de petróleo diarios. Pero para ello se requeriría que la administración Biden rompa con su línea verde de campaña y demuestre su apoyo a los combustibles fósiles.
A juzgar por las declaraciones de algunos voceros gubernamentales, ese podría ser el siguiente movimiento. En concordancia con esto, la secretaria del Departamento de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, dijo que ese organismo y el gobierno “estaban listos” para dialogar con las productoras. “Necesitamos que se incremente la producción de petróleo y gas”, remarcó.

Una crisis sin solución en el corto plazo para Europa
Durante el mismo evento del CERAWeek, también se tocó el tema de los precios del gas en Europa. Tanto este como el petróleo son materias primas que hacen a Europa altamente dependiente de Rusia. La guerra en Ucrania y las sanciones vinieron a provocar una subida sin precedentes en el precio de la energía en ese continente.
El CEO de Tellurian, Charif Souki, manifestó que en el corto plazo no es posible una solución para el problema del gas en Europa. Para este inversor, “el mercado luce terrible”. La razón de esta visión pesimista estriba en que la crisis de energía inicio hace años “y todos la veían venir”. A su juicio, el mejor momento para invertir y evitar el actual escenario fue hace 5 años.
“La crisis de precios del petróleo no se debe a una real escasez de oferta, sino a asuntos geopolíticos”
Las declaraciones de algunos de los protagonistas sugieren que si la demanda petrolera llegara a sufrir daños, no se trataría de un asunto de falta de petróleo. Contrario a ello, se trataría de un problema geopolítico, puesto que los países sancionados en su conjunto serían capaces de proveer el petróleo que necesita el mercado.
“No existe una real escasez”, expresó el ministro de petróleo de Irak, Ihsan Abdul Jabba en Bloomberg. “Creemos que la fluctuación en el precio se debe a asuntos de geopolítica”, agregó.
El continente europeo, por su dependencia de materias primas importadas, es uno de los más vulnerables. Los líderes anunciaron recientemente un conjunto de pasos a seguir para disminuir esa dependencia. Entre estos se cuenta el aumento de las energías alternativas.