- El Salvador tiene un vencimiento de deuda de 800 millones de dólares en enero de 2023.
- Para pagar tiene reservas, pero una parte están en Bitcoin, cuyo valor cayó a la mitad en unos pocos meses.
- El FMI y las calificadoras de riesgo dicen que no podría pagar, Nayib Bukele asegura que no habrá problemas.
El valor de los bonos de la deuda pública de El Salvador colapsó en los últimos días: cayó más de un 15 por ciento hasta cifras históricas.
La caída se produjo en el marco de la campaña de su mandatario, Nayib Bukele, por llevar a cabo la implementación de un sistema económico que se basa en criptodivisa más famosa, Bitcoin, y en su implementación como moneda de curso legal en su país.
El resultado negativo de la valuación de los bonos salvadoreños tiene relación directa con que el valor de Bitcoin haya caído un 55 por ciento desde su máximo histórico, casi rozando los 70 mil dólares.
Los acreedores de El Salvador están preocupados por el riesgo de que país no logre cumplir con el pago de un bono de u$s 800 millones que caduca a comienzos del 2023, sumado a la paralización de las negociaciones con el FMI.
La deuda “basura” de El Salvador
El desplome de precios de la deuda de El Salvador sólo fue superado por el de los bonos de Ucrania, luego de la invasión de Rusia.
Concretamente, los bonos de referencia del país centroamericano que vencen en 2032 están cotizando en mínimos récord, al 40 por ciento de su valor nominal, lo que significa que los inversionistas están preparándose para que no se cumpla con los pagos.
Sin embargo, el presidente del Banco Central de Reserva de El Salvador, aseguró que no existen riesgos de que el país incumpla con los pagos.
La agencia internacional de calificación crediticia Fitch Group, no obstante, redujo la calificación de El Salvador a CCC hace unos meses, a un paso del nivel de especulación, avisando sobre una dependencia de la deuda en el corto plazo, fuentes financieras limitadas y una deuda soberana en alza que estiman que llegue hasta el 87 por ciento del PIB este año.
Fitch Ratings, al reducir la calificación de la deuda salvadoreña de nivel/B- a CCC, pone al pasivo en un lugar de “casi default” e implicaría que el país pierda todo acceso a las financiaciones de los mercados tradicionales.
Esto le pasó a Grecia en el año 2012 (cuando debía U$S 138 mil millones) y a Lehman Brothers en 2008, cuando la deuda era en el sector privado de más de U$S 600 mil millones.
A todos estos recortes en las previsiones se sumó otro referente del sector: la agencia de investigación financiera internacional Moody’s.
En el caso de Moody’s, esta calificadora le otorgó a la deuda de El Salvador un limitado margen de confianza para enfrentar el pago de los bonos del año que viene. Aunque los mantuvo en niveles de muy alto riesgo, mencionó en una nota como un dato positivo el plan de reforma del sistema de pensiones que quiere materializar Bukele en el país para sanear la economía.
Qué pasó con la Chivo Wallet
El cambio del país centroamericano hacia una economía con bases en blockchain y criptodivisas pareciera haber fracasado. Al menos eso es lo que dicen aquellos que no confían en el mercado cripto.
Un informe presentado por la Oficina Nacional de Investigación Económica el año pasado muestra que solo un 20 por ciento de los salvadoreños que instalaron la app de Chivo, la cual fue diseñada por el Gobierno para realizar operaciones con bitcoins, han continuado utilizándola luego de gastar los u$s 30 que el Gobierno otorgaba gratuitamente para fomentar su uso.

El FMI no quiere prestarle dinero a El Salvador hasta que no venda sus Bitcoin
En este entorno, el Fondo Monetario Internacional volvió a insistir al Gobierno del país centroamericano con que abandone el sistema económico basado en criptomonedas, avisando hace unos meses que, debido fundamentalmente a su elevada volatilidad, esto supone riesgos importantes para la estabilidad financiera de El Salvador.
Las conversaciones de la organización financiera con el país están paralizadas desde que el Fondo informó que debía analizar los riesgos del BTC antes de dar un préstamo.
El otro problema importante fue la emisión de deuda en criptodivisa.

Así es, el país que gobierna Bukele tenía planeado emitir los “bonos volcán” el mes pasado utilizando la tecnología blockchain y emplear el 50 por ciento de las ganancias para adquirir más BTC.
Pero el lanzamiento se pospuso debido al poco interés que hubo entre los inversionistas y porque las normas que se necesitan todavía no han sido presentadas ante el congreso de El Salvador.
El sueño de “Bitcoin City” en El Salvador
Los bonos se anunciaron en un principio en noviembre del año pasado, cuando el presidente Bukele planteó la creación de una ciudad costera “criptodivisas friendly” en El Salvador llamada “Bitcoin City”, donde no existirían impuestos a la renta y las contrataciones.
El proyecto, que incluía una instalación geotérmica en el volcán Conchagua para la minería de BTC, iba a ser financiado a través de los bonos, y la infraestructura y servicios públicos iban a ser sostenidos únicamente con el impuesto a operaciones de criptodivisas.
La República Centroafricana también desembarca en el ecosistema Bitcoin
La Asamblea Nacional de la República Centroafricana aprobó que el Bitcoin se transforme en la moneda oficial del país hace unos días.
Esta decisión, que fue tomada sin asesoramiento del Banco de los Estados de África Central, quien se encarga de la aplicación de la política monetaria común, despertó una fuerte resistencia de los partidos opositores.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió, como con el caso de El Salvador, que la adopción del BTC como moneda oficial propone desafíos legales significativos, de “transparencia y de política económica”, en uno de los estados con más pobreza en el mundo.