- Las compañías relacionadas a la industria tecnológica de la información del S&P 500 cayeron un 20 por ciento en 2022.
- Las top five de las compañías de tecnología, Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google, no se salvaron del desastre.
- El problema comenzó a finales de 2021, pero se agravó con el conflicto armado entre Rusia y Ucrania.
Las principales acciones de la industria tecnológica están atravesando su mayor caída en las últimas 2 décadas.
En este contexto, buena parte de los inversores están preocupados porque ocurra nuevamente la explosión de la burbuja de las puntocom como a comienzos del milenio, cuando las compañías vinculadas a Internet se desplomaron estrepitosamente en Wall Street.
Las esquirlas de aquella debacle fueron tan duras que, entienden los analistas, provocaron un retraso en el avance de la web.
Las compañías vinculadas a la industria tecnológica de la información del índice S&P 500 retrocedieron un 20 por ciento este año, el peor inicio en las últimas dos décadas.
En paralelo, la brecha con el índice bursátil más representativo bajó un 14 por ciento, la mayor cifra desde 2004.
¿El “verano” de las acciones tecnológicas terninó?
Estas caídas llevaron a los inversores a trasladar una cifra histórica de 7,6 mil millones de dólares en 2022 de fondos mutuos y cotizados en bolsa enfocados en empresas tecnológicas.
Los datos son hasta abril, según la plataforma de análisis de inversiones Morningstar Direct, que analiza el sector desde hace 30 años.
Desde comienzos del siglo 21, las acciones de las compañías tecnológicas promovieron la conformación de un mercado de valores alcista.
De la mano de compañias como Google, estas acciones impulsaron a los índices más importantes hasta máximos históricos
Esto se produjo gracias a que había un fuerte interés por las innovaciones que estaban en desarrollo, desde la computación online hasta el desarrollo de software.
En la segunda década del siglo 21, se sumaron las redes sociales y el fenómeno se profundizó aún más.
Llegó Facebook, Snapchat, Twitter, entre otras, y todos los indicadores relacionados con las tecnológicas cotizaron hasta el infinito y más allá.
Pero llegó el 2022 y nada es como era
No obstante, este 2022 resultó diferente. Mientras los inversores deben enfrentar las nuevas modificaciones en los rendimientos del Departamento del Tesoro de EEUU, que escalaron al nivel más alto de los últimos años, el precio de los bonos ha estado en caída.
En otras palabras, muchos de los dólares que antes se invertían en acciones de compañías tecnológicas, ahora encuentran un lugar más seguro en las tasas que ofrecen los bancos.
Además, la tendencia bajista de las monedas digitales y todo el ecosistema cripto afectó al sector tecnológico.
La guerra en Ucrania generó escasez de petróleo y gas, y muchos de los fondos se fueron a los sectores energéticos y de servicios públicos, cuyos índices bursátiles se mantuvieron con ganancias.

¿El poder de las acciones tecnológicas está en crisis?
Algunos inversores creen que los 10 años del liderazgo de la tecnología en los mercados se acerca a su fin.
El índice S&P 500 Value es superior al índice S&P 500 Growth, indicador que abarca compañías como Tesla y Meta, por unos 17 puntos porcentuales, la diferencia más grande en los últimos 20 años.
Este dato es clave y ejemplifica la crisis de las acciones de las tecnológicas de maners clara: más de u$s 48 mil millones dejaron fondos que siguen acciones de crecimiento, según los datos de Emerging Portfolio Fund Research. Además, en los últimos seis meses se han invertido más de u$s 13 mil millones en fondos destinados a rastrear acciones de valor.
¿Se aproxima otra burbuja como las de las puntocom?
Para gran parte de los inversores, las apuestas en contra del sector tecnológico y la inestabilidad que predomina desde hace tiempo en el mercado recuerdan al estallido de la burbuja de las puntocom de hace más dos décadas.
En aquellos años (hoy olvidados por muchos) la sobredimensión relacionada a las compañías tecnológicas que después quebraron provocó pérdidas sin presedentes en tiempos de paz a cientos de miles de inversores.
Después, el contexto cambió: el interés por las innovaciones tecnológicas junto a las tasas de interés relativamente bajas en todo el mundo (en especial en los Estados Unidos) estimularon una carrera en dirección de las acciones de Internet.
Al momento del estallido de la burbuja, el Nasdaq Composite se desplomó un 80 por ciento entre principios del 2000 y finales del 2002.
Caídas históricas de acciones tech en Wall Street
En 2022, las acciones individuales del sector tecnológico registraron algunos descensos históricos.
En muy pocos meses, se esfumaron cientos de billones de dólares en valor de mercado, en algunos casos, en semanas.
Veamos un solo ejemplo que sirve para tomar dimensión de lo que está pasando: a finales del mes pasado, las acciones de Snapchat cayeron un 43 por ciento en una sola sesión, su peor descenso porcentual en sus años en la bolsa.
Snap Inc sufrió en horas pérdidas cercanas a los u$s 16 mil millones en valor de mercado.

Las FAANG no están en buen camino
Las 5 mayores compañías de tecnología que cotizan en el Nasdaq bajo el nombre de FAANG (Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google) no se salvaron de la debacle.
Basta con mirar los índices para ver que las acciones FAANG sufrieron fuertes descensos porcentuales de doble dígito en lo que va del año.
Son retrocesos más pronunciados que los del S&P 500.
Durante los primeros tres meses del año, las acciones de Netflix y Facebook registraron sus precios más bajos de la última década, y aún no había llegado una noticia que agravó todo: la invasión rusa en Ucrania
La guerra entre Rusia y Ucrania afectó significativamente a las grandes compañías de tecnología. Y lo peor, no se sabe hasta cuándo.
Las acciones de Netflix, las más golpeadas
Entre las 5 grandes tecnológicas, la plataforma de streaming con sede en Los Gatos, California, fue la más afectada en el precio de sus acciones.
Al cierre de los primeros tres meses del año, los títulos de Netflix cayeron un 37, 81 por ciento, llegando a los 374,60 dólares por acción.
Esta fue su segunda mayor pérdida trimestral en más de una década, cuando cayó un 40,48 por ciento en el segundo trimestre de 2012. Casi en la prehistoria del auge de las plataformas de streaming.
¿El 2022 está perdido?
Estamos en junio de 2022 y el horizonte en relación con la cotización de las compañías tech no parece aclarar.
Muchos analistas, los más optimistas, ven en esta crisis una oportunidad para tomar posiciones. Pero, ¿en qué acciones?
Una buena idea de inversión sería diversificar entre posiciones en grandes compañías tech y empresas emergentes.
Hay que tener en cuenta que las gigantes FAANG tienen margen para recuperar terreno, pero cuidado, han crecido tanto en la década que el techo no es tan alto.
Las startups son una opción para el otro 50 por ciento de las inversiones en acciones tecnológicas, pero con una observación: ya no es como antes, hay que escoger con mucho cuidado los proyectos.
Hasta 2017, casi todas las emergentes del sector crecían de la mano de un impulso sin precedentes. Ahora, cuando el mercado se recupere, ya no será lo mismo.
Operaciones en corto contra tecnológicas
Como explicamos antes, numerosos inversionistas están haciendo fuertes apuestas en corto o cierran sus posiciones en baja por miedo a resignar más.
De los once sectores que abarca el S&P500, el vinculado a las acciones tecnológicas va en dirección a anotar la peor baja de interés corto entre abril y junio, de acuerdo con los datos de S3-Partner.
Hay miles de millones invertidos en que sigan cayendo acciones como las de Tesla, Apple y Amazon.com, por ejemplo.
Optimismo
No todos están de acuerdo respecto del fin de la era tech.
Hay un importante grupo de analistas que continúan esperanzados en un sector que ha dado muy buenos dividendos en las últimas dos décadas.
Jay Kaeppel, experto de SundialCapital Research, dijo en una nota publicada esta semana que las relaciones entre las opciones de ventas y las de adquisición del Fondo S.P.D.R. del Sector Tech Selecto (XLK), sigue siendo muy alta.
Para el analista, esta es una señal clave que anticiparía que lo peor de la crisis ya habría pasado.
David Eiswert, analista de carteras tecnológicas de T. Rowe Price, escribió en su último informe que hay “notables diferencias” entre las perspectivas de un amplio abanico de compañías tecnológicas.

Eiswert dijo que “no se trata de apostar por una única cesta de acciones tecnológicas”. “Lo importante es diferenciarse”, destacó.
Para Eiswert, un buen consejo sería comprar acciones de Amazon, que lucen atractivas luego de los últimos retrocesos.
Semiconductores: acciones tecnológicas con alto potencial
Una interesante alternativa en cuanto a invertir en acciones de compañías de tecnología es el sector de los semiconductores.
Este segmento está en auge por su propia escasez.
Así es, la pandemia obligó a millones de personas a comprar dispositivos para conectarse desde sus hogares, lo que llevó a una sobredemanda que la oferta no pudo cubrir.
El mayor problema estuvo en los semiconductores, chips de memoria y de procesadores que son imprescindibles para cualquier dispositivo, desde teléfonos móviles hasta vehículos.
Las acciones vinculadas a estas empresas, desde las que diseñan y fabrican hasta las que las distribuyen, tienen mucho potencial.
Los analistas entienden que hay un horizonte sin techo de crecimiento en esa clase de acciones: desde las de NVIDIA, ATI Technologies o Xilinx, hasta las de las estadounidenses Intel, Texas-Instruments y AMD.
También están las acciones de las europeas ST Microelectronics y las de Infineon.